Atocha. Museo Reina Sofía.
Hay algo especial aquí. Este lugar me hace sentir que estoy en el sitio correcto.
Podría tratarse de un asunto de nostalgia. Este sitio es la primera referencia que tengo de Madrid. Este punto es lo que más recuerdo de mi primera visita a esta gran ciudad. Recuerdo que el profesor universitario que nos trajo señaló una fisura estratégica en el techo del nuevo edificio diseñado por Jean Nouvel, recuerdo el chocolate caliente que me tomé en el Starbucks diagonal a la plaza del edificio Sabatini, recuerdo que tenía frío en las piernas porque ese día decidí ponerme pantalones cortos...Era Madrid en setiembre!! ¿No se supone que Madrid en setiembre es caluroso? En fin, me acuerdo de esos detalles. Es un recuerdo especial. Madrid me pareció lindo, limpio y ordenado. Con calles acompañadas de jardines florecidos. Madrid me parecía explorable. Yo tenía que volver a Madrid. Aquellas palabras quedaron registradas en Facebook como si fuera una profecía. Cuatro años después de esa primera visita, volví.
Madrid me recibe esta vez como estudiante de posgrado. Al ser universitaria full-time tengo tiempo para observar la ciudad a mi propio ritmo: a pie, en metro, en tren, en motocicleta, en taxi y en bicicleta. En estos días, he recordado lo importante que es la observación. Observar y anotar antes de que la mente se acostumbre a lo que el ojo percibe.
En este momento creativo de mi vida doy inicio a este blog. Quiero dar a conocer soluciones de diseño que veo por ahí. Quiero dibujar, medir y compartir el conocimiento adquirido. Recuerdo que un muy buen arquitecto y jefe me dijo que "es imposible corregir lo que no se mide". Quiero traer conmigo una cinta métrica para poder medir todo y traducir la información percibida. Para mejorar.
Madrid. AireLibreArquitectura. 25/11/14
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